Hoy Lancaster nos ha pasado una carta, que además se hace eco de las últimas noticias en España. Neill no podía más y necesitaba desahogarse. Además de la carta, ha comenzado un blog; «El irlandés cabreado» - La carta la reproducimos a continuación:
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Querido
y estimado Lancaster;
Han
pasado ya varios meses desde que abandoné nuestra querida tierra para
embarcarme en el proyecto de excavación que te comenté. Nada más aterrizar en
Túnez, ya me entraron una ganas terribles de volver. No es que el país sea feo,
ni que sus gentes sean maleducadas. ¡No te haces a la idea de lo complicado que
es encontrar un sitio en el que sirvan cerveza Guinnes! Los primeros días
fueron desesperantes, pero luego te acostumbras a beber una especie de brebaje al
que llaman cerveza. No está mal, pero compararla con los caldos que sirven en mi
querida Irlanda es poco más que un escándalo. Mientras tanto, aquí seguimos la
expedición internacional, tratando de intervenir uno de los campamentos de
Escipión en la llanura de Zama. Todo lo demás es pan comido. Te gustaría estar
por aquí, estoy seguro. Me he hecho con las riendas de un pequeño grupo formado
por arqueólogos alemanes, españoles, canadienses e ¡italianas! Y la verdad es
que nos compenetramos bastante bien –no pienses mal, no es esa compenetración a
la que me refiero-.
Sin
embargo voy a comentarte un tema espinoso, el cual creo que deberías tener
conocimiento. Tres semanas después de empezar a trabajar, tuve la ocasión de
conocer a un arqueólogo de España, muy majo, por cierto, llamado José Manuel.
Éste me hizo llegar una noticia de la prensa de su país, que me puso en alerta,
y que me gustaría compartir contigo. Conociendo tu carácter, se perfectamente
que te vas a coger un cabreo de manual. Resulta que una administración de España, a cuyo cargo se
encuentran las competencias de la arqueología, pretende cambiar la legislación
en material de Patrimonio Histórico. Hasta aquí todo parece normal, ¿no? Y te
preguntarás, ¿por qué la cambian? ¿acaso está obsoleta? Pues no, amigo mío.
¿Sabes por qué la cambian? Para que no haya impedimentos en la construcción de
un macro complejo de ocio que pretende construir en la zona. Cambiando la ley
se aseguran que no haya arqueólogos como tú, “husmeando” en la obra y
controlando los movimientos de tierra, que es lo que se hacía por ley hasta
ahora. De hecho, la nueva ley que pretenden aprobar, según me ha contado José
Manuel, suprime a las actuaciones arqueológicas previas, reduciéndolas
simplemente a controles arqueológicos en aquellas zonas protegidas previamente.
Como se que tu pulso se está empezando a acelerar, te voy a dar unos minutos de
respiro…
Continúo…
Parece que no es la única ley que se va a modificar. Ya hay una propuesta para
cambiar unas cuantas más en materia de trabajo, y todo para facilitar, según
dicen los políticos, la creación de empleo. ¿Ves como tenía yo razón? ¡La
Revolución Francesa y sus métodos de purga eran buenos instrumentos!
Y
te preguntarás, que te conozco: ¿no van a hacer nada los arqueólogos de España?
Pues bien, esta presunta nueva ley, que se encuentra en plena fase de debate,
ya cuenta con un alto porcentaje de detractores, tanto de las universidades
como de los diferentes colectivos de profesionales. Sin embargo, y como me
cuentan por aquí, parece que en España no hay demasiada unión entre los arqueólogos
-hasta hace pocos años no había ni un solo convenio colectivo, ni hay un
colegio sectorial de Arqueología, ni tampoco una plataforma nacional. ¿Incomprensible?
Eso pensaba yo al principio. Parece que allí cada cual va a su rollo, y que
existe un verdadero caos laboral en el sector –necesitaría varias hojas para
narrarte la situación laboral de los arqueólogos en España. No obstante, sí es
un hecho que de no cambiar las cosas, van a cargarse a la profesión en esta
pequeña, pero fructífera, región de España –a la que seguirán las restantes.
Ya
sabes cuál sería mi manera de actuar. No me gusta la violencia pero creo que
deberíamos ir allí y quemar un par de sedes, salir a las calles, mandar
escritos, en definitiva, ¡revelarnos! ¿Crees que los arqueólogos de España nos
apoyarían o nos seguirían en esta manifestación? Yo, personalmente, creo que
no…
Recibe
cordiales saludos de tu amigo…
Neill
Mac Allister
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